lunes, 9 de noviembre de 2009

LA UTN DESMIENTE A CARRIÓ EN EL CASO ELECTROINGENIERÍA


Por Eduardo Anguita

El Argentino

06-11-2009 /

La Nación del domingo 4 de enero de este año sacaba en tapa una denuncia que pretendía sepultar a Electroingeniería, la empresa que acababa de hacerse cargo de Radio del Plata.

Según el prestigioso diario de los Mitre y a partir de una denuncia de Elisa Carrió y del presidente de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, la empresa Electroingeniería había ganado una licitación por la cual había sobrefacturado unos 159 millones de pesos.

En efecto, de acuerdo a la líder de la Coalición Cívica y al dirigente radical a cargo de la AGN, una obra de interconexión entre Puerto Madryn y Pico Truncado había tenido un sobreprecio del 40 por ciento.

Carrió cargó las tintas con un argumento que seduce a una buena parte de los lectores de La Nación: Electroingeniería, según esa denuncia, no es más que una pantalla tras la cual se esconden las oscuras intenciones de Néstor Kirchner o de Carlos Zannini.

Apuntaban al cordobés Gerardo Ferreyra, como una especie de testaferro de esas maniobras.

Ferreyra, es ingeniero y lleva 25 años como vicepresidente de Electroingeniería, una empresa mediana que realiza obras en todo el territorio argentino.

Carrió sumó a Ferreyra y Electroingeniería a la denuncia penal que realizó contra otros supuestos socios en las sombras de Kirchner y que cayó en el juzgado federal de Julián Ercolini.

Pasados 11 meses de aquella denuncia mediática y penal, una extensa y minuciosa auditoría realizada por la Universidad Nacional Tecnológica de Córdoba demuestra que se trató de una obra que tuvo "una estructura de costos coherente con el precio de venta de la licitación mencionada".

Es decir, que Electroingeniería, denunciada penalmente por enriquecimiento ilícito a partir de esa obra, ahora está en condiciones de demostrar que aquella maniobra iniciada por Carrió, fue una operación política y mediática, destinada a erosionar su credibilidad empresaria por el simple hecho de que por esos días tomaba el control de Radio del Plata.

Hay que subrayar que, por entonces, el periodista Nelson Castro conducía el programa Puntos de Vista, que se emitía por las mañanas en esa emisora.

Castro, el lunes 5 de enero, se valió de la nota de tapa de La Nación -diario del cual es columnista- para desacreditar a Electroingeniería.

Al día siguiente, martes 6 de enero, Electroingeniería publicó una solicitada en todos los matutinos para explicar que ese supuesto sobreprecio del 40 por ciento era una interpretación maliciosa que surgía de comparar los costos de otra obra realizada por esa empresa en otra obra de interconexión realizada dos años antes entre las localidades de Choele Choel y Puerto Madryn.

La reciente auditoría de la UTN Córdoba, que lleva las firmas de los ingenieros Domingo Zmutt y Eloy Villafañe, tiene 47 páginas y una cantidad de anexos técnicos donde demuestran que la comparación entre los precios de ambas obras parten de costos completamente diferentes y que están justificados en el plan de la empresa.

Pero más interesante que el detalle de los presupuestos propios de Electroingeniería, resulta observar quiénes eran las empresas a las cuales, en ambas licitaciones, compitieron -y perdieron- con Electroingeniería.

En el caso de la obra realizada entre Choele Choel y Puerto Madryn, en quinto lugar quedó una sociedad entre Techint y Aluar cuya oferta fue del 40 por ciento mayor que Electroingeniería y en sexto lugar quedó una empresa de Benito Roggio que cuya oferta fue del 75 por ciento mayor que la empresa en cuestión.

En la obra de Puerto Madryn y Pico Truncado, también ganada por Electroingeniería, Techint -asociada con Skanska- quedó cuarta y su oferta había sido un 20 por ciento mayor.

Es decir, empresas del calibre de Techint o Roggio no habían denunciado ninguna irregularidad en los procesos licitatorios.

A su vez, las obras habían sido entregadas en tiempo y forma.

Sin embargo, para La Nación y para Nelson Castro, que trabajaba en Radio del Plata, Electroingenería era parte de un juego siniestro de política y empresas amigas.

A los pocos días de aquel episodio se concretó la finalización del contrato de Castro con Radio del Plata y un coro de comunicadores y políticos opositores se plegaron a una denuncia de censura K, apoyados en la supuesta venalidad de la empresa que tomaba las riendas de la emisora.

Esta auditoría de la UTN será presentada en los próximos días al juzgado de Ercolini para que se tome como prueba de la maniobra montada por Carrió y que contó con supuestos informes del titular de la AGN que avalaban su denuncia.

De acuerdo a los datos oficiales, la auditoría en cuestión afirma que la tasa de ganancia obtenida por Electroingeniería en la obra de Choele Choel-Puerto Madryn fue del 7,77 por ciento, a lo cual corresponde descontarle el pago del impuesto a las ganancias, que llevaría la utilidad neta al 4 por ciento.

A su vez, la UTN sostiene que en la licitación de Puerto Madryn-Pico Truncado, esa tasa de ganancia fue del 9,55 por ciento, que significa una utilidad neta de algo más del 6 por ciento.

Es decir, se trata de márgenes de rentabilidad empresaria normales y, por supuesto, muy por debajo de los obtenidos en la actividad financiera, bursátil o en los agronegocios.

Por último, así como Nelson Castro se hizo eco de aquella operación a principios de año, ahora que está en Radio Mitre y tiene un rol importante en la programación, tendrá la oportunidad de leer atentamente este estudio.

Castro, un periodista que cuenta con una larga trayectoria podrá, con esta auditoría en la mano, evaluar si en aquella oportunidad se dejó llevar por la pasión, habida cuenta que quería defender su espacio en Del Plata.

La Argentina necesita que no haya corrupción.

Pero también necesita que las denuncias montadas sobre engaños paguen el precio que se merecen.

EA/

N&P: El Correo-e del autor es Eduardo Anguita eanguita@miradasalsur.com

domingo, 1 de noviembre de 2009

Operación "Vamos los pibes"



Asignación universal por hijo.
La asignación para millones de chicos: al centro de la escena por vía de las políticas sociales.

Por Eduardo Blaustein


La plata de los trabajadores, se destina a los trabajadores.” La frase de la Presidenta al anunciar el programa que beneficiará a entre cinco y seis millones de menores de 18 años con una asignación de 180 pesos contiene varias claves de una decisión final que –conforme a las esencias K– se mantuvo en secreto hasta el último minuto. La primera clave: el uso de la Anses como fuente proveedora de los 10.800 millones que costará al Estado la puesta en marcha del programa. La segunda: el haber desechado otras alternativas de financiación que estudiaban los legisladores kirchneristas y, en ese mismo movimiento, la posibilidad de que el plan se presentara como proyecto de ley a discutir en el Congreso. Tres: el haber optado –otra marca oficial, el pragmatismo “realista”– por un escenario de recaudación conocido y no por uno eventualmente superador pero a conocer. En la parte operativa de la implementación, en buena medida también en lo conceptual, parece haber pesado más la mirada Boudou que la mirada de diputados que venían trabajando el proyecto oficial: Agustín Rossi, Héctor Recalde, Juliana Di Tullio.
Junto a argumentos mediático-tribuneros como la apelación falaz a la consolidación del clientelismo (para un programa que estará bancarizado) o la idea de “más focalización” (cuando la masa de beneficiarios puede llegar a seis millones), parte de la oposición centró sus cuestionamientos precisamente en el punto del no debate en el Congreso y en la apuesta al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses (ver págs. 4 y 5). Aunque al kirchnerismo no le faltaron audacias en estos años, a la hora de poner en marcha el plan eligió la prudencia de todo oficialismo, más el temor a lo que sucediera con los mercados en caso de gravar la renta financiera. Simétricamente, la oposición apeló a la generosidad del Teorema de Baglini: se puede todo porque los recursos siempre sobran. Las fuentes oficiales consultadas coinciden en señalar que se optó por no arriesgar a la creación de impuestos “de mesa de arena” ni a empantanar esa discusión en el Parlamento. La consigna parece haber sido la operatividad.
Dorada zamba del riego. La opción elegida fue por lo tanto la del momento dorado que atraviesa la Anses: 36.377 millones de pesos ganados en lo que va del 2009 por la apreciación de las tenencias que antes manejaban las Afjp, una rentabilidad equivalente al 37%. Según informó la propia entidad, su liquidez permitió regar con ocho mil millones de pesos proyectos productivos, energéticos y de obra pública. Si bien esa rentabilidad impresionante desmiente los pronósticos catastrofistas acerca de los peligros que iba a correr “la plata de los abuelos” tras la reestatización de las jubilaciones, la pregunta es hasta dónde alcanzarán las espaldas y la polifuncionalidad de la Anses o qué puede suceder a futuro en un escenario de nuevas locuras o inestabilidades de los mercados financieros. Se suman otros interrogantes respecto de los recursos que queden para mejorar la situación de los jubilados actuales o los juicios en marcha.
El viernes pasado el ministro de Economía, Amado Boudou, explicó que el plan será financiado “con los recursos corrientes de la Anses, conformado por aportes y contribuciones de trabajadores, más parte de los impuestos al IVA y Ganancias, 15% de la Coparticipación y las ganancias provenientes de fondos que antes administraban las Afjp”.

El famoso shock. La frase presidencial ya mencionada –“la plata de los trabajadores, se destina a los trabajadores”– es también susceptible de ser opuesta a la máxima eterna: “Los que más tienen son los que tienen que ponerla”, la idea de un rediseño de la política impositiva. En la interpretación de la diputada socialista Silvia Ausburguer, “los pobres seguirán financiando a los pobres”. Eduardo Macaluse, que desde el centroizquierda apoyó iniciativas oficiales fundamentales, dijo algo muy parecido.
Junto a un beneficio innegable que impactará además en reactivación económica por vía del mayor consumo popular –el famoso shock redistributivo del que hablaba la CTA–, el lanzamiento del plan implica también la puesta en marcha de una ingeniería de gestión compleja y algunas dudas ligadas a esa ingeniería: cómo hará el Estado, por ejemplo, para detectar con eficacia cuántos trabajadores informales podrán beneficiarse con la asignación por cobrar menos que el salario mínimo ($1.440).
Ayer el titular de la Anses, Diego Bossio, despejó dudas sobre los alcances del plan. Según salió a aclarar, las empleadas domésticas también serán beneficiarias del programa, al igual que los trabajadores rurales informales. Se trata de una masa demográfica considerable: 450 mil empleadas domésticas y otro medio millón que aún no ha sido formalizado. Se analiza también sumar a los monotributistas de las escalas más bajas.



Por qué se hizo por decreto

El modo en que se decidió implementar la asignación universal por hijo, decreto de necesidad y urgencia, tiene motivos pragmáticos y políticos. Así lo explicaron en la Cámara baja: “Cualquier ley que se quiera aprobar durante este año tiene que entrar al recinto antes del 20 de noviembre si no pasa para el año que viene, es decir, a partir de marzo”. Además, en Diputados reconocían que este proyecto podía producir una disputa demasiado prolongada por la autoría, ya que varios bloques tenían inciativas similares. Un viejo conocedor de la Cámara confesaba: “Cuando es así, pude demorarse mucho lograr dictamen de comisión porque todos se disputan quién es el creador del proyecto”. Esta afirmación se vio reflejada en las declaraciones posteriores al anuncio en las que la oposición afirmó que la iniciativa era suya. Hay otro elemento, quizás el más importante, que explica el uso del decreto. Después de los resultados del 28 de junio, una parte de la oposición apuesta a desgastar al Gobierno lo máximo posible. Una de las estrategias para esto, como contó este diario en números anteriores, es empujar el veto presidencial de ciertas normas. El antídoto que el oficialismo encontró para esta estrategia ha sido llevar siempre la delantera en la iniciativa política y todo indica que le ha dado resultado. Ningún hecho de la política argentina de estos días se escapa a este tironeo entre los que apuestan a generar un clima de vacío de poder y el oficialismo responde llevando la delantera en las decisiones.

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por EDUARDO BLAUSTEIN EN MIRADAS DEL SUR