lunes, 28 de diciembre de 2009

¿DE QUE LADO ESTAMOS?


En momentos como estos es que indudablemente se hace necesario que nuestra sociedad retome los planteos históricos en lo que hace a la defensa de la producción nacional, la lucha contra los monopolios , y fundamentalmente a articular los mecanismos que frenen el sostenido avance de la derecha , que intenta recuperar cierto terreno perdido por las políticas gestadas en los últimos tiempos, que si bien son incompletas, es indudable que las mismas fueron en el sentido positivo al interés de las mayorías nacionales.

El ingreso de millones de personas al sistema jubila torio, la recuperación de los fondos de los jubilados sacándolos de la timba financiera y colocándolos al servicio de la producción y resguardo de los mismos, la concreción de la sanción de la ley de medios , fundamental para la democratización de la palabra, la asignación universal por hijo, con el doble efecto de asistir a las personas con mayores necesidades por un lado, pero a su vez exigiendo cumplimentar con requisitos como la educación y la salud, y podríamos seguir recordando medidas y decisiones que indudablemente lejos están de satisfacer plenamente a la sociedad , pero esta claro que van en el sentido correcto.

En el inicio de nuestros tiempos políticos muchos de nosotros nos formamos con un documento que se llama “La contradicción Fundamental”, en el mismo define claramente la separación que existe entre pueblo y antipueblo, entre los capitales productivos y los financieros , entre el país de todos y el de pocos, entre los intereses de los pequeños y medianos comerciantes y empresarios, cooperativistas, pequeños productores y las multinacionales y sus lacayos internos representados en nuestros tiempos por la patria sojera.


Hoy Latinoamérica vive momentos trascendentales, Pepe Mújica en Uruguay, Evo Morales reafirmando sus políticas sociales y torciéndole el brazo a la derecha golpista en Bolivia , son aplaudidos y halagados por la oposición en argentina, claro que solo afuera porque adentro, estos mismos que se dicen progresistas se mimetizan con los procesistas y construyen el fortalecimiento de la derecha que timonea el grupo Clarín y sus aliados, asi pasan a respaldar a los monopolios, defender la patria sojera, rechazar las asignaciones, cuestionar todas las medidas progresistas sin argumentos serios, solo a los efectos de servir fielmente a los intereses que los financian y con un solo resultados posible , ponerle freno a la recuperación argentina.

La “oposición”, hoy es solo eso un aglomerado de personas que pujan por el poder sin coincidir entre ellos, siendo serviles, sin ideas ni argumentos serios, solo eso son” la oposición”, que puja por un país donde al final del camino es donde más cómodos se sienten, el país neoliberal de los 90, la misma alianza que nos incendio en el 2001.

Ante esto es imperioso reagrupar a los sectores populares progresistas, empresarios, trabajadores, estudiantes, amas de casa, hoy más que nunca la batalla es ideológica, de acción, intentan confundir a la gente con los Tinelli, Legrand o Susana Gimenez y la inmediata repercusion y multirepetición en TN de las barrabasadas habituales fundamentalmente de la anciana que almuerza hace 40 años, en un país en el que muchos no comen, y si bien sabemos que no piensa , solo expulsa palabras, es muy grave lo que difunden los medios a la sociedad.

La argentina de hoy esta viviendo un tiempo histórico, como nunca están fluyendo las corporaciones, mediáticas, políticas y económicas intentando torcer el rumbo que de a poco se esta trazando en la argentina, y ejemplo clarísimo de ello fue la lucha por la 125, donde no importaba que desabastecieran y cortaban rutas con 4x4, con la patria sojera en las rutas, la patria financiera aportando , la mediática respaldando y tergiversando la realidad, y la política vergonzosamente sumándose al coro de los oportunistas.

Hoy estamos ante horas decisivas y se hace imperioso definir de que lado estamos, sin tapujos ni tibiezas, la argentina necesita profundizar los cambios, comenzar con la reforma financiera, redefinir las políticas tributarias, fomentar la producción nacional, terminar con los monopolios, y esas son banderas que debemos levantar en la calle y con urgencia, la derecha no espera y no es tonta, la contradicción fundamental esta más vigente que nunca, y nosotros debemos gritar bien claro de que lado estamos.

lunes, 9 de noviembre de 2009

LA UTN DESMIENTE A CARRIÓ EN EL CASO ELECTROINGENIERÍA


Por Eduardo Anguita

El Argentino

06-11-2009 /

La Nación del domingo 4 de enero de este año sacaba en tapa una denuncia que pretendía sepultar a Electroingeniería, la empresa que acababa de hacerse cargo de Radio del Plata.

Según el prestigioso diario de los Mitre y a partir de una denuncia de Elisa Carrió y del presidente de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, la empresa Electroingeniería había ganado una licitación por la cual había sobrefacturado unos 159 millones de pesos.

En efecto, de acuerdo a la líder de la Coalición Cívica y al dirigente radical a cargo de la AGN, una obra de interconexión entre Puerto Madryn y Pico Truncado había tenido un sobreprecio del 40 por ciento.

Carrió cargó las tintas con un argumento que seduce a una buena parte de los lectores de La Nación: Electroingeniería, según esa denuncia, no es más que una pantalla tras la cual se esconden las oscuras intenciones de Néstor Kirchner o de Carlos Zannini.

Apuntaban al cordobés Gerardo Ferreyra, como una especie de testaferro de esas maniobras.

Ferreyra, es ingeniero y lleva 25 años como vicepresidente de Electroingeniería, una empresa mediana que realiza obras en todo el territorio argentino.

Carrió sumó a Ferreyra y Electroingeniería a la denuncia penal que realizó contra otros supuestos socios en las sombras de Kirchner y que cayó en el juzgado federal de Julián Ercolini.

Pasados 11 meses de aquella denuncia mediática y penal, una extensa y minuciosa auditoría realizada por la Universidad Nacional Tecnológica de Córdoba demuestra que se trató de una obra que tuvo "una estructura de costos coherente con el precio de venta de la licitación mencionada".

Es decir, que Electroingeniería, denunciada penalmente por enriquecimiento ilícito a partir de esa obra, ahora está en condiciones de demostrar que aquella maniobra iniciada por Carrió, fue una operación política y mediática, destinada a erosionar su credibilidad empresaria por el simple hecho de que por esos días tomaba el control de Radio del Plata.

Hay que subrayar que, por entonces, el periodista Nelson Castro conducía el programa Puntos de Vista, que se emitía por las mañanas en esa emisora.

Castro, el lunes 5 de enero, se valió de la nota de tapa de La Nación -diario del cual es columnista- para desacreditar a Electroingeniería.

Al día siguiente, martes 6 de enero, Electroingeniería publicó una solicitada en todos los matutinos para explicar que ese supuesto sobreprecio del 40 por ciento era una interpretación maliciosa que surgía de comparar los costos de otra obra realizada por esa empresa en otra obra de interconexión realizada dos años antes entre las localidades de Choele Choel y Puerto Madryn.

La reciente auditoría de la UTN Córdoba, que lleva las firmas de los ingenieros Domingo Zmutt y Eloy Villafañe, tiene 47 páginas y una cantidad de anexos técnicos donde demuestran que la comparación entre los precios de ambas obras parten de costos completamente diferentes y que están justificados en el plan de la empresa.

Pero más interesante que el detalle de los presupuestos propios de Electroingeniería, resulta observar quiénes eran las empresas a las cuales, en ambas licitaciones, compitieron -y perdieron- con Electroingeniería.

En el caso de la obra realizada entre Choele Choel y Puerto Madryn, en quinto lugar quedó una sociedad entre Techint y Aluar cuya oferta fue del 40 por ciento mayor que Electroingeniería y en sexto lugar quedó una empresa de Benito Roggio que cuya oferta fue del 75 por ciento mayor que la empresa en cuestión.

En la obra de Puerto Madryn y Pico Truncado, también ganada por Electroingeniería, Techint -asociada con Skanska- quedó cuarta y su oferta había sido un 20 por ciento mayor.

Es decir, empresas del calibre de Techint o Roggio no habían denunciado ninguna irregularidad en los procesos licitatorios.

A su vez, las obras habían sido entregadas en tiempo y forma.

Sin embargo, para La Nación y para Nelson Castro, que trabajaba en Radio del Plata, Electroingenería era parte de un juego siniestro de política y empresas amigas.

A los pocos días de aquel episodio se concretó la finalización del contrato de Castro con Radio del Plata y un coro de comunicadores y políticos opositores se plegaron a una denuncia de censura K, apoyados en la supuesta venalidad de la empresa que tomaba las riendas de la emisora.

Esta auditoría de la UTN será presentada en los próximos días al juzgado de Ercolini para que se tome como prueba de la maniobra montada por Carrió y que contó con supuestos informes del titular de la AGN que avalaban su denuncia.

De acuerdo a los datos oficiales, la auditoría en cuestión afirma que la tasa de ganancia obtenida por Electroingeniería en la obra de Choele Choel-Puerto Madryn fue del 7,77 por ciento, a lo cual corresponde descontarle el pago del impuesto a las ganancias, que llevaría la utilidad neta al 4 por ciento.

A su vez, la UTN sostiene que en la licitación de Puerto Madryn-Pico Truncado, esa tasa de ganancia fue del 9,55 por ciento, que significa una utilidad neta de algo más del 6 por ciento.

Es decir, se trata de márgenes de rentabilidad empresaria normales y, por supuesto, muy por debajo de los obtenidos en la actividad financiera, bursátil o en los agronegocios.

Por último, así como Nelson Castro se hizo eco de aquella operación a principios de año, ahora que está en Radio Mitre y tiene un rol importante en la programación, tendrá la oportunidad de leer atentamente este estudio.

Castro, un periodista que cuenta con una larga trayectoria podrá, con esta auditoría en la mano, evaluar si en aquella oportunidad se dejó llevar por la pasión, habida cuenta que quería defender su espacio en Del Plata.

La Argentina necesita que no haya corrupción.

Pero también necesita que las denuncias montadas sobre engaños paguen el precio que se merecen.

EA/

N&P: El Correo-e del autor es Eduardo Anguita eanguita@miradasalsur.com

domingo, 1 de noviembre de 2009

Operación "Vamos los pibes"



Asignación universal por hijo.
La asignación para millones de chicos: al centro de la escena por vía de las políticas sociales.

Por Eduardo Blaustein


La plata de los trabajadores, se destina a los trabajadores.” La frase de la Presidenta al anunciar el programa que beneficiará a entre cinco y seis millones de menores de 18 años con una asignación de 180 pesos contiene varias claves de una decisión final que –conforme a las esencias K– se mantuvo en secreto hasta el último minuto. La primera clave: el uso de la Anses como fuente proveedora de los 10.800 millones que costará al Estado la puesta en marcha del programa. La segunda: el haber desechado otras alternativas de financiación que estudiaban los legisladores kirchneristas y, en ese mismo movimiento, la posibilidad de que el plan se presentara como proyecto de ley a discutir en el Congreso. Tres: el haber optado –otra marca oficial, el pragmatismo “realista”– por un escenario de recaudación conocido y no por uno eventualmente superador pero a conocer. En la parte operativa de la implementación, en buena medida también en lo conceptual, parece haber pesado más la mirada Boudou que la mirada de diputados que venían trabajando el proyecto oficial: Agustín Rossi, Héctor Recalde, Juliana Di Tullio.
Junto a argumentos mediático-tribuneros como la apelación falaz a la consolidación del clientelismo (para un programa que estará bancarizado) o la idea de “más focalización” (cuando la masa de beneficiarios puede llegar a seis millones), parte de la oposición centró sus cuestionamientos precisamente en el punto del no debate en el Congreso y en la apuesta al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses (ver págs. 4 y 5). Aunque al kirchnerismo no le faltaron audacias en estos años, a la hora de poner en marcha el plan eligió la prudencia de todo oficialismo, más el temor a lo que sucediera con los mercados en caso de gravar la renta financiera. Simétricamente, la oposición apeló a la generosidad del Teorema de Baglini: se puede todo porque los recursos siempre sobran. Las fuentes oficiales consultadas coinciden en señalar que se optó por no arriesgar a la creación de impuestos “de mesa de arena” ni a empantanar esa discusión en el Parlamento. La consigna parece haber sido la operatividad.
Dorada zamba del riego. La opción elegida fue por lo tanto la del momento dorado que atraviesa la Anses: 36.377 millones de pesos ganados en lo que va del 2009 por la apreciación de las tenencias que antes manejaban las Afjp, una rentabilidad equivalente al 37%. Según informó la propia entidad, su liquidez permitió regar con ocho mil millones de pesos proyectos productivos, energéticos y de obra pública. Si bien esa rentabilidad impresionante desmiente los pronósticos catastrofistas acerca de los peligros que iba a correr “la plata de los abuelos” tras la reestatización de las jubilaciones, la pregunta es hasta dónde alcanzarán las espaldas y la polifuncionalidad de la Anses o qué puede suceder a futuro en un escenario de nuevas locuras o inestabilidades de los mercados financieros. Se suman otros interrogantes respecto de los recursos que queden para mejorar la situación de los jubilados actuales o los juicios en marcha.
El viernes pasado el ministro de Economía, Amado Boudou, explicó que el plan será financiado “con los recursos corrientes de la Anses, conformado por aportes y contribuciones de trabajadores, más parte de los impuestos al IVA y Ganancias, 15% de la Coparticipación y las ganancias provenientes de fondos que antes administraban las Afjp”.

El famoso shock. La frase presidencial ya mencionada –“la plata de los trabajadores, se destina a los trabajadores”– es también susceptible de ser opuesta a la máxima eterna: “Los que más tienen son los que tienen que ponerla”, la idea de un rediseño de la política impositiva. En la interpretación de la diputada socialista Silvia Ausburguer, “los pobres seguirán financiando a los pobres”. Eduardo Macaluse, que desde el centroizquierda apoyó iniciativas oficiales fundamentales, dijo algo muy parecido.
Junto a un beneficio innegable que impactará además en reactivación económica por vía del mayor consumo popular –el famoso shock redistributivo del que hablaba la CTA–, el lanzamiento del plan implica también la puesta en marcha de una ingeniería de gestión compleja y algunas dudas ligadas a esa ingeniería: cómo hará el Estado, por ejemplo, para detectar con eficacia cuántos trabajadores informales podrán beneficiarse con la asignación por cobrar menos que el salario mínimo ($1.440).
Ayer el titular de la Anses, Diego Bossio, despejó dudas sobre los alcances del plan. Según salió a aclarar, las empleadas domésticas también serán beneficiarias del programa, al igual que los trabajadores rurales informales. Se trata de una masa demográfica considerable: 450 mil empleadas domésticas y otro medio millón que aún no ha sido formalizado. Se analiza también sumar a los monotributistas de las escalas más bajas.



Por qué se hizo por decreto

El modo en que se decidió implementar la asignación universal por hijo, decreto de necesidad y urgencia, tiene motivos pragmáticos y políticos. Así lo explicaron en la Cámara baja: “Cualquier ley que se quiera aprobar durante este año tiene que entrar al recinto antes del 20 de noviembre si no pasa para el año que viene, es decir, a partir de marzo”. Además, en Diputados reconocían que este proyecto podía producir una disputa demasiado prolongada por la autoría, ya que varios bloques tenían inciativas similares. Un viejo conocedor de la Cámara confesaba: “Cuando es así, pude demorarse mucho lograr dictamen de comisión porque todos se disputan quién es el creador del proyecto”. Esta afirmación se vio reflejada en las declaraciones posteriores al anuncio en las que la oposición afirmó que la iniciativa era suya. Hay otro elemento, quizás el más importante, que explica el uso del decreto. Después de los resultados del 28 de junio, una parte de la oposición apuesta a desgastar al Gobierno lo máximo posible. Una de las estrategias para esto, como contó este diario en números anteriores, es empujar el veto presidencial de ciertas normas. El antídoto que el oficialismo encontró para esta estrategia ha sido llevar siempre la delantera en la iniciativa política y todo indica que le ha dado resultado. Ningún hecho de la política argentina de estos días se escapa a este tironeo entre los que apuestan a generar un clima de vacío de poder y el oficialismo responde llevando la delantera en las decisiones.

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por EDUARDO BLAUSTEIN EN MIRADAS DEL SUR

miércoles, 21 de octubre de 2009

Dolina banca



Alejandro Dolina, en su programa radial, el martes por la noche:

"Una oyente me dice: 'Estimado Dolina, ¿ya no defiende más a Maradona? ¿O acaso ya no hay ningún Sargento Cruz? Vea: Ud. ayudó a alimentar al monstruo que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial. Cordialmente. Ingrid Hammer'"

"Mi respuesta es SÍ. Yo he resuelto -después de un extravío- bancar a Maradona en esto. ¿Sabe por qué? Por personas como usted. La indignación burguesa que sucedió al exabrupto de Maradona fue totalmente patética y asqueante. Un mundo totalmente hipócrita, el mundo de la radio, donde se escucha eso mismo que Diego dijo bajo emoción violenta, pero libreteado (y en la televisión ni hablemos), ese mundo se indignó. Esos tipos se indignaron. Y esa indignación burguesa me hace ponerme inmediatamente en la vereda de enfrente.

"Y lo que un tipo dijo, obnubilado por el momento, por la emoción, por su propia historia, y por su propia condición, después fue repetido ad nauseam por todos los noticieros, con subrayados, subtitulados, duplicaciones, ampliaciones y circulación por Internet, por tipos que no estaban ni obnubilados, ni en estado de emoción violenta, ni perturbados por ninguna cosa, sino que lo planearon diecinueve mil veces. Esos tipos ahora se ponen en la superioridad moral de preguntarme a mí si lo defiendo a Maradona. Bueno, sí, lo defiendo. Si es contra ustedes, lo defiendo. Lo defiendo totalmente.

"Y eso de 'que tan bien nos hace quedar ante la prensa mundial'... ¡Cipayos provincianos que quieren quedar bien con sus supuestos amos europeos! ¡Yo no tengo ningún interés en quedar bien ante la prensa mundial! ¡No es ésa nuestra obligación! ¿Qué tenemos que quedar bien ante nadie? ¿Ante quiénes? ¿Ante gobiernos que aniquilan a sus enemigos? ¿Ante quién tenemos que quedar bien? ¿Dónde esta la Fiscalía del Universo? ¿Dónde está la reserva moral de la Humanidad? ¿En Estados Unidos? ¿En Europa? ¡Déjeme que me muera de risa, Ingrid Hammer!

"Y otra cosa: muchas veces, pero muchas, en los medios se dicen cosas muy interesantes. Yo he escuchado casi revelaciones, a veces, dichas por tipos a los que yo admiro mucho. A veces son intelectuales, como, no sé, el finado Casullo, o Dubati, o José Pablo Feinmann, tipos que realmente tienen un pensamiento interesante. Otras veces son artistas, o incluso locutores, del calibre de Larrea, o de Carrizo, tipos que por ahí dicen cosas que te hacen decir "pero mirá que bien pensó éste". Bueno, a esos NUNCA, nunca los vi duplicados en los noticieros, con subtitulados y subrayados. No los vi nunca porque a esta gente no le interesa el pensamiento ni la inteligencia, le interesa la BASURA. Y entonces Maradona dice esto y ellos lo repiten ciento diez mil veces. Eso es un asco.

"Así que ¿a qué jugamos? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto de indignarse, de enojarse y de sorprenderse? Lo dice un Senador de la Nación, y es un piola. Lo dice Maradona, y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, aparecen los de siempre, los muchachos de siempre, a indignarse: ¡oh, la cultura! ¡Nuestro embajador! ¿Qué embajador? Es Diego Maradona, viejo. Los que tienen que ser cultos son ustedes, no él. Él tiene que dirigir la Selección de Fútbol, y si lo eligieron a él, bueno, es ése, y no Pancho Ibáñez.

"Así que sí, lo defiendo a Maradona. Ante usted lo voy a defender siempre".


publicado en RAMBLE TAMBLE por el compañero ARTEMIO LOPEZ

lunes, 19 de octubre de 2009

Calamaro en Santa Fe, Colón sigue ganando y otras cosas


Se viene por primera vez El Salmón a la Estación Belgrano, gracias a dios en ese lugar lo veremos a Andrés y no iremos a comprar un disco de el a un supermercardo Jumbo como querían algunos, tambien en ese lugar,¿ te acordas Pereira?. en ese lugar todos los artistas santafesinos también deben tener su espacio, el turismo local sus oficinas de informes, los ciudadanos de esta urbe un lugar de todos y no de una multinacional haciendo negocios inmobiliarios y financieros para exportar sus ganancias.


Colón gana y el Turco no se va, homenaje a Pirulo , loas a Pozzo aplauso para todos.
Como nos cambio la cara, no más calculadora, ahora miramos los partidos no los sufrimos, ahora
disfrutamos , hasta donde llegara?, no importa solo importa seguir así , esta todo bien, y siguiendo asi seran más las tardes de alegrias que de tristezas, entre pibes y el maestro (20) los muchachos,
la fiesta y la ciudad se ve distinta.

Bueno me voy mañana sera otro día, pero trataremos de estar ahí.

lunes, 12 de octubre de 2009

12 DE OCTUBRE: NADA QUE FESTEJAR


Cinco siglos de prohibición del arcoiris en el cielo americano.
Por Eduardo Galeano
El Descubrimiento: el 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo. Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del Descubrimiento, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor. Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó. Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China, y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la India; pero en eso no se equivocó. Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve. **

El Registro argentino no lo aceptó por ser nombre extranjero. Los indios de las Américas viven exiliados en su propia tierra. El lenguaje no es una señal de identidad, sino una marca de maldición. No los distingue: los delata. Cuando un indio renuncia a su lengua, empieza a civilizarse. ¿Empieza a civilizarse o empieza a suicidarse? *** Cuando yo era niño, en las escuelas del Uruguay nos enseñaban que el país se había salvado del problema indígena gracias a los generales que en el siglo pasado exterminaron a los últimos charrúas. El problema indígena: los primeros americanos, los verdaderos descubridores de América, son un problema. Y para que el problema deje de ser un problema, es preciso que los indios dejen de ser indios. Borrarlos del mapa o borrarles el alma, aniquilarlos o asimilarlos: el genocidio o el otrocidio. En diciembre de 1976, el ministro del Interior del Brasil anunció, triunfal, que el problema indígena quedará completamente resuelto al final del siglo veinte: todos los indios estarán, para entonces, debidamente integrados a la sociedad brasileña, y ya no serán indios. El ministro explicó que el organismo oficialmente destinado a su protección (FUNAI, Fundacao Nacional do Indio) se encargará de civilizarlos, o sea: se encargará de desaparecerlos. Las balas, la dinamita, las ofrendas de comida envenenada, la contaminación de los ríos, la devastación de los bosques y la difusión de virus y bacterias desconocidos por los indios, han acompañado la invasión de la Amazonia por las empresas ansiosas de minerales y madera y todo lo demás. Pero la larga y feroz embestida no ha bastado. La domesticación de los indios sobrevivientes, que los rescata de la barbarie, es también un arma imprescindible para despejar de obstáculos el camino de la conquista. *** Matar al indio y salvar al hombre, aconsejaba el piadoso coronel norteamericano Henry Pratt. Y muchos años después, el novelista peruano Mario Vargas Llosa explica que no hay más remedio que modernizar a los indios, aunque haya que sacrificar sus culturas, para salvarlos del hambre y la miseria. La salvación condena a los indios a trabajar de sol a sol en minas y plantaciones, a cambio de jornales que no alcanzan para comprar una lata de comida para perros. Salvar a los indios también consiste en romper sus refugiso comunitarios y arrojarlos a las canteras de mano de obra barata en la violenta intemperie de las ciudades, donde cambian de lengua y de nombre y de vestido y terminan siendo mendigos y borrachos y putas de burdel. O salvar a los indios consiste en ponerles uniforme y mandarlos, fusil al hombro, a matar a otros indios o a morir defendiendo al sistema que los niega. Al fin y al cabo, los indios son buena carne de cañón: de los 25 mil indios norteamericanos enviados a la segunda guerra mundial, murieron 10 mil. El 16 de diciembre de 1492, Colón lo había anunciado en su diario: los indios sirven para les mandar y les hacer trabajar, sembrar y hacer todo lo que fuere menester y que hagan villas y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres. Secuestro de los brazos, robo del alma: para nombrar esta operación, en toda América se usa, desde los tiempos coloniales, el verbo reducir. El indio salvado es el indio reducido. Se reduce hasta desaparecer: vaciado de sí, es un no-indio, y es nadie. *** El shamán de los indios chamacocos, de Paraguay, canta a las estrellas, a las arañas y a la loca Totila, que deambula por los bosques y llora. Y canta lo que le cuenta el martín pescador: -No sufras hambre, no sufras sed. Súbete a mis alas y comeremos peces del río y beberemos el viento. Y canta lo que le cuenta la neblina: -Vengo a cortar la helada, para que tu pueblo no sufra frío. Y canta lo que le cuentan los caballos del cielo: -Ensíllanos y vamos en busca de la lluvia. Pero los misioneros de una secta evangélica han obligado al chamán a dejar sus plumas y sus sonajas y sus cánticos, por ser cosas del Diablo; y él ya no puede curar las mordeduras de víboras, ni traer la lluvia en tiempos de sequía, ni volar sobre la tierra para cantar lo que ve. En una entrevista con Ticio Escobar, el shamán dice: Dejo de cantar y me enfermo. Mis sueños no saben adónde ir y me atormentan. Estoy viejo, estoy lastimado. Al final, ¿de qué me sirve renegar de lo mío? El shamán lo dice en 1986. En 1614, el arzobispo de Lima había mandado quemar todas las quenas y demas instrumentos de música de los indios, y había prohibido todas sus danzas y cantos y ceremonias para que el demonio no pueda continuar ejerciendo sus engaños. Y en 1625, el oidor de la Real Audiencia de Guatemala había prohibido las danzas y cantos y ceremonias de los indios, bajo pena de cien azotes, porque en ellas tienen pacto con los demonios. *** Para despojar a los indios de su libertad y de sus bienes, se despoja a los indios de sus símbolos de identidad. Se les prohíbe cantar y danzar y soñar a sus dioses, aunque ellos habían sido por sus dioses cantados y danzados y soñados en el lejano día de la Creación. Desde los frailes y funcionarios del reino colonial, hasta los misioneros de las sectas norteamericanas que hoy proliferan en América Latina, se crucifica a los indios en nombre de Cristo: para salvarlos del infierno, hay que evangelizar a los paganos idólatras. Se usa al Dios de los cristianos como coartada para el saqueo. El arzobispo Desmond Tutu se refiere al África, pero también vale para América: -Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia. *** Los doctores del Estado moderno, en cambio, prefieren la coartada de la ilustración: para salvarlos de las tinieblas, hay que civilizar a los bárbaros ignorantes. Antes y ahora, el racismo convierte al despojo colonial en un acto de justicia. El colonizado es un sub-hombre, capaz de superstición pero incapaz de religión, capaz de folclore pero incapaz de cultura: el sub-hombre merece trato subhumano, y su escaso valor corresponde al bajo precio de los frutos de su trabajo. El racismo legitima la rapiña colonial y neocolonial, todo a lo largo de los siglos y de los diversos niveles de sus humillaciones sucesivas. América Latina trata a sus indios como las grandes potencias tratan a América Latina. *** Gabriel René-Moreno fue el más prestigioso historiador boliviano del siglo pasado. Una de las universidades de Bolivia lleva su nombre en nuestros días. Este prócer de la cultura nacional creía que los indios son asnos, que generan mulos cuando se cruzan con la raza blanca. Él había pesado el cerebro indígena y el cerebro mestizo, que según su balanza pesaban entre cinco, siete y diez onzas menos que el cerebro de raza blanca, y por tanto los consideraba celularmente incapaces de concebir la libertad republicana. El peruano Ricardo Palma, contemporáneo y colega de Gabriel René-Moreno, escribió que los indios son una raza abyecta y degenerada. Y el argentino Domingo Faustino Sarmiento elogiaba así la larga lucha de kis indios araucanos por su libertad: Son más indómitos, lo que quiere decir: animales más reacios, menos aptos para la Civilización y la asimilación europea. El más feroz racismo de la historia latinoamericana se encuentra en las palabras de los intelectuales más célebres y celebrados de fines del siglo diecinueve y en los actos de los políticos liberales que fundaron el Estado moderno. A veces, ellos eran indios de origen, como Porfirio Díaz, autor de la modernización capitalista de México, que prohibió a los indios caminar por las calles principales y sentarse en las plazas públicas si no cambiaban los calzones de algodón por el pantalón europeo y los huaraches por zapatos. Eran los tiempos de la articulación al mercado mundial regido por el Imperio Británico, y el desprecio científico por los indios otorgaba impunidad al robo de sus tierras y de sus brazos. El mercado exigía café, pongamos el caso, y el café exigía más tierras y más brazos. Entonces, pongamos por caso, el presidente liberal de Guatemala, Justo Rufino Barrios, hombre de progreso, restablecía el trabajo forzado de la época colonial y regalaba a sus amigos tierras de indios y peones indios en cantidad. *** El racismo se expresa con más ciega ferocidad en países como Guatemala, donde los indios siguen siendo porfiada mayoría a pesar de las frecuentes oleadas exterminadoras. En nuestros días, no hay mano de obra peor pagada: los indios mayas reciben 65 centavos de dólar por cortar un quintal de café o de algodón o una tonelada de caña. Los indios no pueden ni plantar maíz sin permiso militar y no pueden moverse sin permiso de trabajo. El ejército organiza el reclutamiento masivo de brazos para las siembras y cosechas de exportación. En las plantaciones, se usan pesticidas cincuenta veces más tóxicos que el máximo tolerable; la leche de las madres es la más contaminada del mundo occidental. Rigoberta Menchú: su hermano menor, Felipe, y su mejor amiga, María, murieron en la infancia, por causa de los pesticidas rociados desde las avionetas. Felipe murió trabajando en el café. María, en el algodón. A machete y bala, el ejército acabó después con todo el resto de la familia de Rigoberta y con todos los demás miembros de su comunidad. Ella sobrevivió para contarlo. Con alegre impunidad, se reconoce oficialmente que han sido borradas del mapa 440 aldeas indígenas entre 1981 y 1983, a lo largo de una campaña de aniquilación más extensa, que asesinó o desapareció a muchos miles de hombres y de mujeres. La limpieza de la sierra, plan de tierra arrasada, cobró también las vidas de una incontable cantidad de niños. Los militares guatemaltecos tienen la certeza de que el vivio de la rebelión se transmite por los genes. Una raza inferior, condenada al vicio y a la holgazanería, incapaz de orden y progreso, ¿merece mejor suerte? La violencia institucional, el terrorismo de Estado, se ocupa de despejar las dudas. Los conquistadores ya no usan caparazones de hierro, sino que visten uniformes de la guerra de Vietnam. Y no tienen piel blanca: son mestizos avergonzados de su sangre o indios enrolados a la fuerza y obligados a cometer crímenes que los suicidan. Guatemala desprecia a los indios, Guatemala se autodesprecia. Esta raza inferior había descubierto la cifra cero, mil años antes de que los matemáticos europeos supieran que existía. Y habían conocido la edad del universo, con asombrosa precisión, mil años antes que los astrónomos de nuestro tiempo. Los mayas siguen siendo viajeros del tiempo: ¿Qué es un hombre en el camino? Tiempo. Ellos ignoraban que el tiempo es dinero, como nos reveló Henry Ford. El tiempo, fundador del espacio, les parece sagrado, como sagrados son su hija, la tierra, y su hijo, el ser humano: como la tierra, como la gente, el tiempo no se puede comprar ni vender. La Civilización sigue haciendo lo posible por sacarlos del error. *** ¿Civilización? La historia cambia según la voz que la cuenta. En América, en Europa o en cualquier otra parte. Lo que para los romanos fue la invasión de los bárbaros, para los alemanes fue la emigración al sur. No es la voz de los indios la que ha contado, hasta ahora, la historia de América. En las vísperas de la conquista española, un profeta maya, que fue boca de los dioses, había anunciado: Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos, se desatarán los pies del mundo. Y cuando se desate la boca, ¿qué dirá? ¿Qué dirá la otra voz, la jamás escuchada? Desde el punto de vista de los vencedores, que hasta ahora ha sido el punto de vista único, las costumbres de los indios han confirmado siempre su posesión demoníaca o su inferioridad biológica. Así fue desde los primeros tiempos de la vida colonial: ¿Se suicidan los indios de las islas del mar Caribe, por negarse al trabajo esclavo? Porque son holgazanes. ¿Andan desnudos, como si todo el cuerpo fuera cara? Porque los salvajes no tienen vergüenza. ¿Ignoran el derecho de propiedad, y comparten todo, y carecen de afán de riqueza? Porque son más parientes del mono que del hombre. ¿Se bañan con sospechosa frecuencia? Porque se parecen a los herejes de la secta de Mahoma, que bien arden en los fuegos de la Inquisición. ¿Jamás golpean a los niños, y los dejan andar libres? Porque son incapaces de castigo ni doctrina. ¿Creen en los sueños, y obedecen a sus voces? Por influencia de Satán o por pura estupidez. ¿Comen cuando tienen hambre, y no cuando es hora de comer? Porque son incapaces de dominar sus instintos. ¿Aman cuando sienten deseo? Porque el demonio los induce a repetir el pecado original. ¿Es libre la homosexualidad? ¿La virginidad no tiene importancia alguna? Porque viven en la antesala del infierno. *** En 1523, el cacique Nicaragua preguntó a los conquistadores: -Y al rey de ustedes, ¿quién lo eligió? El cacique había sido elegido por los ancianos de las comunidades. ¿Había sido el rey de Castilla elegido por los ancianos de sus comunidades? La América precolombina era vasta y diversa, y contenía modos de democracia que Europa no supo ver, y que el mundo ignora todavía. Reducir la realidad indígena americana al despotismo de los emperadores incas, o a las prácticas sanguinarias de la dinastía azteca, equivale a reducir la realidad de la Europa renacentista a la tiranía de sus monarcas o a las siniestras ceremonias de la Inquisición. En la tradición guaraní, por ejemplo, los caciques se eligen en asambleas de hombres y mujeres - y las asambleas los destituyen si no cumplen el mandato colectivo. En la tradición iroquesa, hombres y mujeres gobiernan en pie de igualdad. Los jefes son hombres; pero son las mujeres quienes los ponen y deponen y ellas tienen poder de decisión, desde el Consejo de Matronas, sobre muchos asuntos fundamentales de la confederación entera. Allá por el año 1600, cuando los hombres iroqueses se lanzaron a guerrear por su cuenta, las mujeres hicieron huelga de amores. Y al poco tiempo los hombres, obligados a dormir solos, se sometieron al gobierno compartido. *** En 1919, el jefe militar de Panamá en las islas de San Blas, anunció su triunfo: -Las indias kunas ya no vestirán molas, sino vestidos civilizados. Y anunció que las indias nunca se pintarían la nariz sino las mejillas, como debe ser, y que nunca más llevarían aros en la nariz, sino en las orejas. Como debe ser. Setenta años después de aquel canto de gallo, las indias kunas de nuestros días siguen luciendo sus aros de oro en la nariz pintada, y siguen vistiendo sus molas, hechas de muchas telas de colores que se cruzan con siempre asombrosa capacidad de imaginación y de belleza: visten sus molas en la vida y con ella se hunden en la tierra, cuando llega la muerte. En 1989, en vísperas de la invasión norteamericana, el general Manuel Noriega aseguró que Panamá era un país respetuosos de los derechos humanos: -No somos una tribu -aseguró el general. *** Las técnicas arcaicas, en manos de las comunidades, habían hecho fértiles los desiertos en la cordillera de los Andes. Las tecnologías modernas, en manos del latifundio privado de exportación, están convirtiendo en desiertos las tierras fértiles en los Andes y en todas partes. Resultaría absurdo retroceder cinco siglos en las técnicas de producción; pero no menos absurdo es ignorar las catástrofes de un sistema que exprime a los hombre y arrasa los bosques y viola la tierra y envenena los ríos para arrancar la mayor ganancia en el plazo menos. ¿No es absurdo sacrificar a la naturaleza y a la gente en los altares del mercado internacional? En ese absurdo vivimos; y lo aceptamos como si fuera nuestro único destino posible. Las llamadas culturas primitivas resultan todavía peligrosas porque no han perdido el sentido común. Sentido común es también, por extensión natural, sentido comunitarios. Si pertenece a todos el aire, ¿por qué ha de tener dueño la tierra? Si desde la tierra venimos, y hacia la tierra vamos, ¿acaso no nos mata cualquier crimen que contra la tierra se comete? La tierra es cuna y sepultura, madre y compañera. Se le ofrece el primer trago y el primer bocado; se le da descanso, se la protege de la erosión. Es sistema desprecia lo que ignora, porque ignora lo que teme conocer. El racismo es también una máscara del miedo. ¿Qué sabemos de las culturas indígenas? Lo que nos han contado las películas del Fas West. Y de las culturas africanas, ¿qué sabemos? Lo que nos ha contado el profesor Tarzán, que nunca estuvo. Dice un poeta del interior de Bahía: Primero me robaron del África. Después robaron el África de mi. La memoria de América ha sido mutilada por el racismo. Seguimos actuando como si fuéramos hijos de Europa, y de nadie más. *** A fines del siglo pasado, un médico inglés, John Down, identificó el síndrome que hoy lleva su nombre. Él creyó que la alteración de los cromosomas implicaba un regreso a las razas inferiores, que generaba mongolian idiots, negroid idiots y aztec idiots. Simultáneamente, un médico italiano, Cesare Lombrosos, atribuyó al criminal nato los rasgos físicos de los negros y de los indios. Por entonces, cobró base científica la sospecha de que los indios y los negros son proclives, por naturaleza, al crimen y a la debilidad mental. Los indios y los negros, tradicionales instrumentos de trabajo, vienen siendo también desde entonces, objetos de ciencia. En la misma época de Lombroso y Down, un médico brasileño, Raimundo Nina Rodrigues, se puso a estudiar el problema negro. Nina Rodrigues, que era mulato, llegó a la conclusión de que la mezcla de sangres perpetúa los caracteres de las razas inferiores, y que por tanto la raza negra en el Brasil ha de constituir siempre uno de los factores de nuestra inferioridad como pueblo. Este médico psiquiatra fue el primer investigador de la cultura brasileña de origen africano. La estudió como caso clínico: las religiones negras, como patología; los trances, como manifestaciones de histeria. Poco después, un médico argentino, el socialista José Ingenieros, escribió que los negros, oprobiosa escoria de la raza humana, están más próximos de los monos antropoides que de los blancos civilizados. Y para demostrar su irremediable inferioridad, Ingenieros comprobaba: Los negros no tienen ideas religiosas. En realidad, las ideas religiosas habían atravesado la mar, junto a los esclavos, en los navíos negreros. Una prueba de obstinación de la dignidad humana: a las costas americanas solamente llegaron los dioses del amor y de la guerra. En cambio, los dioses de la fecundidad, que hubieran multiplicado las cosechas y los esclavos del amo, se cayeron al agua. Los dioses peleones y enamorados que completaron la travesía, tuvieron que disfrazarse de santos blancos, para sobrevivir y ayudar a sobrevivir a los millones de hombres y mujeres violentamente arrancados del África y vendidos como cosas. Ogum, dios del hierro, se hizo pasar por san Jorge o san Antonio o san Miguel, Shangó, con todos sus truenos y sus fuegos, se convirtió en santa Bárbara. Obatalá fue Jesucristo y Oshún, la divinidad de las agus dulces, fue la Virgen de la Candelaria... Dioses prohibidos. En las colonias españolas y portuguesas y en todas las demás: en las islas inglesas del Caribe, después de la abolición de la esclavitud se siguió prohibiendo tocar tambores o sonar vientos al modo africano, y se siguió penando con cárcel la simple tenencia de una imagen de cualquier dios africano. Dioses prohibidos, porque peligrosamente exaltan las pasiones humanas, y en ellas encarnan. Friedrich Nietzsche dijo una vez: -Yo sólo podría creer en un dios que sepa danzar. Como José Ingenieros, Nietzsche no conocía a los dioses africanos. Si los hubiera conocido, quizá hubiera creído en ellos. Y quizá hubiera cambiado algunas de sus ideas. José Ingenieros, quién sabe. *** La piel oscura delata incorregibles defectos de fábrica. Así, la tremenda desigualdad social, que es también racial, encuentra su coartada en las taras hereditarias.Lo había observado Humboldt hace doscientos años, y en toda América sigue siendo así: la pirámide de las clases sociales es oscura en la base y clara en la cúspide. En el Brasil, por ejemplo, la democracia raciasl consiste en que los más blancos están arriba y los más negros abajo. James Baldwin, sobre los negros en Estados Unidos: -Cuando dejamos Mississipi y vinimos al Norte, no encontramos la libertad. Encontramos los peores lugares en el mercado de trabajo; y en ellos estamos todavía. *** Un indio del Norte argentino, Asunción Ontíveros Yulquila, evoca hoy el trauma que marcó su infancia: -Las personas buenas y lindas eran las que se parecían a Jesús y a la Virgen. Pero mi padre y mi madre no se parecían para nada a las imágenes de Jesús y la Virgen María que yo veía en la iglesia de Abra Pampa. La cara propia es un error de la naturaleza. La cultura propia, una prueba de ignorancia o una culpa que expiar. Civilizar es corregir. *** El fatalismo biológico, estigma de las razas inferiores congénitamente condenadas a la indolencia y a la violencia y a la miseria, no sólo nos impide ver las causas reales de nuestra desventura histórica. Además, el racismo nos impide conocer, o reconocer, ciertos valores fundamentales que las culturas despreciadas han podido milagrosamente perpetuar y que en ellas encarnan todavía, mal que bien, a pesar de los siglos de persecución, humillación y degradación. Esos valores fundamentales no son objetos de museo. Son factores de historia, imprescindibles para nuestra imprescindible invención de una América sin mandones ni mandados. Esos valores acusan al sistema que los niega. *** Hace algun tiempo, el sacerdote español Ignacio Ellacuría me dijo que le resultaba absurdo eso del Descubrimiento de América. El opresor es incapaz de descubrir, me dijo: -Es el oprimido el que descubre al opresor. Él creía que el opresor ni siquiera puede descubrirse a sí mismo. La verdadera realidad del opresor sólo se puede ver desde el oprimido. Ignacio Ellacuría fue acribillado a balazos, por creer en esa imperdonable capacidad de revelación y por compartir los riesgos de la fe en su poder de profecía. ¿Lo asesinaron los militares de El Salvador, o lo asesinó un sistema que no puede tolerar la mirada que lo delata? Tomado de: Eduardo Galeano, Ser como ellos y otros artículos, Siglo Veintiuno Editores, México, 1992.-EcoPortal.net