En momentos como estos es que indudablemente se hace necesario que nuestra sociedad retome los planteos históricos en lo que hace a la defensa de la producción nacional, la lucha contra los monopolios , y fundamentalmente a articular los mecanismos que frenen el sostenido avance de la derecha , que intenta recuperar cierto terreno perdido por las políticas gestadas en los últimos tiempos, que si bien son incompletas, es indudable que las mismas fueron en el sentido positivo al interés de las mayorías nacionales.
El ingreso de millones de personas al sistema jubila torio, la recuperación de los fondos de los jubilados sacándolos de la timba financiera y colocándolos al servicio de la producción y resguardo de los mismos, la concreción de la sanción de la ley de medios , fundamental para la democratización de la palabra, la asignación universal por hijo, con el doble efecto de asistir a las personas con mayores necesidades por un lado, pero a su vez exigiendo cumplimentar con requisitos como la educación y la salud, y podríamos seguir recordando medidas y decisiones que indudablemente lejos están de satisfacer plenamente a la sociedad , pero esta claro que van en el sentido correcto.
En el inicio de nuestros tiempos políticos muchos de nosotros nos formamos con un documento que se llama “La contradicción Fundamental”, en el mismo define claramente la separación que existe entre pueblo y antipueblo, entre los capitales productivos y los financieros , entre el país de todos y el de pocos, entre los intereses de los pequeños y medianos comerciantes y empresarios, cooperativistas, pequeños productores y las multinacionales y sus lacayos internos representados en nuestros tiempos por la patria sojera.
Hoy Latinoamérica vive momentos trascendentales, Pepe Mújica en Uruguay, Evo Morales reafirmando sus políticas sociales y torciéndole el brazo a la derecha golpista en Bolivia , son aplaudidos y halagados por la oposición en argentina, claro que solo afuera porque adentro, estos mismos que se dicen progresistas se mimetizan con los procesistas y construyen el fortalecimiento de la derecha que timonea el grupo Clarín y sus aliados, asi pasan a respaldar a los monopolios, defender la patria sojera, rechazar las asignaciones, cuestionar todas las medidas progresistas sin argumentos serios, solo a los efectos de servir fielmente a los intereses que los financian y con un solo resultados posible , ponerle freno a la recuperación argentina.
La “oposición”, hoy es solo eso un aglomerado de personas que pujan por el poder sin coincidir entre ellos, siendo serviles, sin ideas ni argumentos serios, solo eso son” la oposición”, que puja por un país donde al final del camino es donde más cómodos se sienten, el país neoliberal de los 90, la misma alianza que nos incendio en el 2001.
Ante esto es imperioso reagrupar a los sectores populares progresistas, empresarios, trabajadores, estudiantes, amas de casa, hoy más que nunca la batalla es ideológica, de acción, intentan confundir a la gente con los Tinelli, Legrand o Susana Gimenez y la inmediata repercusion y multirepetición en TN de las barrabasadas habituales fundamentalmente de la anciana que almuerza hace 40 años, en un país en el que muchos no comen, y si bien sabemos que no piensa , solo expulsa palabras, es muy grave lo que difunden los medios a la sociedad.
La argentina de hoy esta viviendo un tiempo histórico, como nunca están fluyendo las corporaciones, mediáticas, políticas y económicas intentando torcer el rumbo que de a poco se esta trazando en la argentina, y ejemplo clarísimo de ello fue la lucha por la 125, donde no importaba que desabastecieran y cortaban rutas con 4x4, con la patria sojera en las rutas, la patria financiera aportando , la mediática respaldando y tergiversando la realidad, y la política vergonzosamente sumándose al coro de los oportunistas.
Hoy estamos ante horas decisivas y se hace imperioso definir de que lado estamos, sin tapujos ni tibiezas, la argentina necesita profundizar los cambios, comenzar con la reforma financiera, redefinir las políticas tributarias, fomentar la producción nacional, terminar con los monopolios, y esas son banderas que debemos levantar en la calle y con urgencia, la derecha no espera y no es tonta, la contradicción fundamental esta más vigente que nunca, y nosotros debemos gritar bien claro de que lado estamos.
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